Así
es la zona de producción del vino de Rioja
31 de marzo
2015
Existen 144
términos municipales concretos (118 en La Rioja, 18 en Álava y 8 en Navarra) en
los que se ubican los terrenos que el Consejo Regulador considera aptos para la
producción de uva
Según informa la DOC Rioja en su
web, la zona de producción está situada en el Norte de España, a ambos márgenes
del río Ebro, por lo que los accidentes geográficos "han contribuido a
conformar una región natural perfectamente delimitada y diferenciada de las que
le rodean", si bien administrativamente las 63.593
hectáreas de viñedo protegidas
actualmente por la Denominación se distribuyen en el territorio de las tres
provincias ribereñas del curso alto del Ebro: La Rioja (43.885 has.), Álava
(12.934 has.) y Navarra (6.774 has.).
Zonas
productivas
Cien
kilómetros de distancia separan Haro, la localidad más occidental, de Alfaro, la más oriental, siendo de unos 40
kilómetros la anchura máxima del valle ocupado por viñedos que, en sucesivas
terrazas escalonadas, alcanzan una altitud máxima de unos 700 metros. Con
escasas modificaciones en los últimos treinta años, el Reglamento de la
Denominación enumera los 144 términos municipales concretos (118 en La Rioja, 18 en
Álava y 8 en Navarra) en los que se ubican "los terrenos que el Consejo
Regulador considera aptos para la producción de uva con la calidad
necesaria".
"Toda
la zona se beneficia de la confluencia de dos climas tan opuestos como el
atlántico y mediterráneo, que proporcionan temperaturas suaves y precipitaciones
anuales algo superiores a los 400 l/m2, condiciones muy idóneas para el
desarrollo de la vid", explican en la web. El propio reglamento reconoce
la existencia de tres subzonas con características
vitivinícolas diferenciadas: en Roja Alavesa predominan la
influencia del clima atlántico y los suelos arcillo calcáreos situados en
terrazas y pequeñas parcelas; en Rioja Alta también predomina el clima
atlántico, mientras que sus suelos se reparten entre los arcillo-calcáreos,
arcillo-ferrosos y aluviales; la Rioja Baja posee un clima más seco y cálido
debido a la influencia mediterránea, predominando en ella los suelos aluviales
y arcillo-ferrosos.
El tipo de
suelo más característico de Rioja también
resulta muy adecuado para una viticultura, ya que tiene "una estructura
equilibrada (arenas, limos y arcillas), es ligeramente alcalino, pobre en
materia orgánica y con moderada disponibilidad hídrica durante el verano".
En su conjunto, la Denominación posee una diversidad de suelos (arcillo calcáreos,
arcillo ferrosos y aluviales son los tres dominantes), así como de microclimas
(orientación del viñedo, protección de los vientos, etc.), que otorgan a los
vinos "unas peculiaridades únicas y permiten, en función de las variedades
y técnicas de cultivo aplicadas, elaborar un amplio abanico de vinos con
personalidad diferenciada en el marco de una identidad común perfectamente
reconocible".
De
acuerdo con los rendimientos máximos permitidos por el Reglamento a fin de
optimizar la calidad de los vinos (6.500 kgs. por hectárea en variedades tintas
y 9.000 kgs. por hectárea en variedades blancas), la
producción media actual de la Denominación se sitúa entre 280 y 300 millones de
litros, de los que el 90% corresponde a vino tinto y el resto a
blanco y rosado.
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