domingo, 24 de julio de 2016

Australia



























1. Australia cuenta con más de 60 regiones vinícolas designadas en todo el país y ha desarrollado una excelente reputación por sus galardonados vinos. Para los vinos australianos no sirve el esquema de la procedencia del  producto, aún cuando en los últimos años se esté apoyando este  sistema de identificación del producto. En una misma industria pueden  elaborarse vinos de muy distintas 
variedades y procedencias.
Esto quiere decir que en Australia los vinos no siguen una clasificación por productos similar a la existente 
en España (vinos de mesa, crianzas, reservas y grandes reserva). Sólo se distingue entre vinos de mesa 
(tinto, blanco y rosado), de postre, espumosos y fortificados. El concepto de vino de mesa australiano no 
está asociado necesariamente a una calidad inferior.
La marca es la referencia principal de identificación del producto,  especialmente en las grandes industrias. Las empresas pequeñas se  apoyan más en la variedad y en la procedencia.
El sistema Australiano de clasificación ha sufrido recientemente una  serie de cambios. Con el acuerdo de 1994 con EE.UU., los estados  productores de vino de este país se han dividido en nuevas zonas,  regiones y subregiones.
Este nuevo sistema, implica mencionar en las etiquetas una serie de peculiaridades, la principal es  el extendido sistema de mezcla  regional, esto quiere decir que traen uvas de diferentes regiones y tal  vez de diferentes estados para combinarlas. Las pequeñas bodegas  pueden optar por detallar en la etiqueta la variedad de la cepa y la  denominación de origen; si lo hacen, el 85 % de las uvas tienen que  ser de una variedad, y el mismo porcentaje tiene que provenir de la  zona también especificada.

Categorías según calidad e indicación geográfica. LIP (Programa de  Integridad de la Etiqueta) : este  sistema fue introducido en 1990 y  garantiza todas las especificaciones de la etiqueta, por ejemplo, la  cosecha, la variedad y la región, haciendo comprobaciones anuales y  auditorias en regiones, variedades y bodegas concretas. Producto de Australia : ésta es la denominación de origen más amplia. Cualquier vino que esté dentro de esta categoría no podrá especificar  en la etiqueta la variedad de la uva ni la cosecha.


https://wines4fun.com/es/blog/post/descubre-australia













francia
http://www.idealwine.net/2013/11/07/chateau-dyquem-saffranchit-de-lappellation-sauternes/


2. Pedro Benito Urbina
http://urbinavinos.blogspot.com.es/2013/06/los-vinos-de-australia.html

jueves, 6 de junio de 2013

Los Vinos de Australia


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LOS VINOS DE AUSTRALIA

Australia es una de las potencias mundiales del vino. En el curso de unas pocas décadas, la industria del vino australiana ha pasado de ser un proveedor sobre todo de vinos dulces y fortificados a convertirse tal vez en la nación más avanzada, en cuanto a pensamiento y tecnología vinícola, de la tierra.

Las viñas viníferas llegaron a Australia procedentes del cabo de Buena Esperanza y de Europa a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX (el país no tiene variedades autóctonas). Hasta una fecha tan reciente como el año 1960, los vinos de Australia eran vinos dulces y generosos, muchos de ellos fortificados (estilos típicos del clima cálido), algo muy distinto de los frescos vinos tintos y blancos de hoy. En 1980, la producción de chardonnay era insignificante; ahora, la chardonnay es la uva blanca más 
importante. Los vinos frutales y de buen precio han ganado fanáticos rápidamente en lugares tan distantes como Estados Unidos, el Reino Unido y Suecia.

Australia, un país más o menos del tamaño de Estados Unidos, tiene unas 700 bodegas, pero produce menos del 30 % del vino que elabora California. (Sin embargo, el consumo de vino per cápita en Australia es el doble del de Estados Unidos.) Las regiones vinícolas australianas están, en su mayor parte, en la mitad más fría del país, en el sur; muchas de ellas en el estado de Victoria, en el extremo sur de Australia, y en las partes más frescas de Nueva Gales del Sur (tres estados a menudo agrupados como Australia del Sudeste).

La variedad número uno para el vino en Australia es la syrah, llamada allí shiraz (que es su nombre original, ya que lo toma de la ciudad homónima de Persia), seguida de cabernet sauvignon, chardonnay, riesling y sémillon. Los vinos en general llevan el nombre de la variedad de uva en la etiqueta, la cual debe constituir, por lo menos, el 85 % del vino. Una peculiaridad australiana es la de mezclar dos variedades y designar el vino por ambas, con la variedad dominante primero, como shiraz/cabernet sauvignon o viceversa.

Los shiraz son muy interesantes, porque pueden elaborarse en varios estilos, desde vinos muy ligeros, muy fáciles de tomar, con un sabor inmediato de fresa fresca (delicioso pero simple), hasta vinos serios y complejos que necesitan tiempo para evolucionar. Otra variedad muy interesante es la sémillon (que se pronuncia semilón en Australia, por oposición a la versión semiyón francesa en el resto del mundo), especialmente la de Hunter Valley. Algunos se envejecen en roble, como se hace con el chardonnay, mientras que unos pocos sémillon que son simples cuando jóvenes, con la edad toman un sabor fascinante de nueces y miel.

El éxito de los vinos de Australia procede de su clima cálido y seco (que suministra excelente materia prima a los productores) y de la adopción de una tecnología vanguardista para lograr conservar los intensos sabores de las uvas. Los vinos de Australia están diseñados para gustar, y lo consiguen.

El concepto europeo de que un vino debe reflejar su terroir parece tener poca importancia en Australia. El país aún está definiendo los límites de todas sus regiones del vino. Mientras tanto, los productores mezclan libremente las uvas de las distintas zonas, a menudo distantes más de 900 km una de otra, como si sugirieran que el sabor regional es algo secundario.

Los que están cerca del vino australiano pueden describir las regiones vinícolas del país en gran detalle, y diferenciar matices de estilo de un área a la otra, como lo hacen en los pueblos de la Cote de Nuits. Pero, para los aficionados al vino fuera de Australia, toda la cuestión de las regiones vinícolas es académica. La gran mayoría de los vinos australianos llevan en la etiqueta simplemente South Eastern Australia (Australia Suroriental), lo que significa que las uvas pudieron elaborarse en cualquiera de los tres estados, un territorio enorme.
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El estado más importante del país por su producción de vino es South Australia, cuya capital es Adelaida. Este estado produce el 58 % del vino del país, y sus viñedos en la región de las Riverlands producen marcas de bajo precio para el sediento mercado interno (se vende en cajas de 4 litros y medio), mientras que los viñedos cercanos a Adelaida hacen vinos que se consideran entre los más finos del país. Entre estas regiones de vino están:

- Barossa Valley. Situada al norte de Adelaida, una de las regiones más experimentadas de Australia en la elaboración de vino; es una región cálida, especialmente famosa por su shiraz y su cabernet sauvignon.
- Clare Valley. Más al norte, una zona de clima distinto que hace de todo, desde riesling a vinos tintos corpóreos.
- McLaren Vale. Al sur de Adelaida, tiene un clima fresco influenciado por el mar, y admirado en particular por sus chardonnay y sauvignon blanc.
- Coonawarra. Situada a 350 km al sudeste de Adelaida, es una región fresca famosa por su suelo rojo y su cabernet sauvignon.
- Padthaway. Al norte de Coonawarra, un área fresca conocida por sus vinos blancos.

Adyacente a Australia del Sur está Victoria, un estado más pequeño, pero importante como zona vitícola, que hace el 14 % de los vinos de Australia. Mientras que en Australia del Sur están los productores más grandes, en Victoria hay más bodegas; la mayor parte son pequeñas. No obstante, Victoria elabora su cuota de vinos vulgares, sobre todo en el noroeste, a lo largo del río Murray. La producción de vinos de Victoria va desde vinos generosos y fortificados a delicados pinot noir. 

- Rutherglen, Glenrowan y Milawa. En el nordeste de la región; son zonas de clima cálido, establecidas hace mucho tiempo, las avanzadas de la vinificación tradicional y la cuna de una especialidad australiana: moscateles y tokays fortificados.
- Goulburn Valley. En el centro del estado, conocido especial¬mente por su marsanne, al igual que por su shiraz.
- Great Western. Sede de la mayor producción de vino espumoso de Australia.
- Yarra Valley. Región cercana a Melbourne, la capital, con un clima fresco adecuado para pinot noir, chardonnay y cabernet.

El primer estado australiano donde se cultivaron vides fue Nueva Gales del Sur, que todavía produce el 27 % del vino de Australia. La producción de vinos corrientes de gran volumen viene de un área interior llamada la Riverina. El vino de calidad procede de otras tres áreas:

- Lower Hunter Valley. Una zona históricamente cultivadora de uvas a menos de 100 km al norte de Sydney, con un clima húmedo muy cálido y suelos pobres; la sémillon, la shiraz y la chardonnay son importantes.
- Upper Hunter Valley. Un clima más seco al norte del río Hun¬ter y más lejos de la costa, donde se producen buenos char¬donnay y sémillon.
- Mudgee. Un área interior cerca de las montañas, especializada en chardonnay, merlot y cabernet sauvignon.

El oeste de Australia elabora poco vino, en comparación con los tres estados mencionados. Swan Valley es el centro histórico de la producción de vino, pero las regiones de clima fresco como Margaret River se están haciendo cada vez más importantes. La región de Australia de clima verdaderamente frío es Tasmania, una isla al sur de Victoria, donde unos cuantos productores han empezado a pro¬bar qué potencial hay para las delicadas pinot noir y chardonnay.
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LA REVOLUCIÓN AUSTRALIANA EN EL MUNDO DEL VINO

En los últimos 30 años ha aumentado su superficie vitícola en un 160%.

Produce 13 millones de hectolitros y exporta el 40%.

En el Reino Unido uno de los mercados más importantes del mundo de los 10 vinos más vendidos 7 son australianos.

Australia ocupa cada día más espacio en el mercado mundial, reduciendo el protagonismo de la vieja Europa.

Australia produce alrededor de la tercera parte del vino que España, con solo 160.000 hectáreas de viñedo, casi 8 veces menos de la superficie vitícola española.

Australia representa 2.5 veces la superficie vitícola de Rioja, produciendo 4 veces el volumen de Rioja.

Rendimientos medios de 20-25.000 Kg. /ha pero con rendimientos de trabajo de 40-50 horas por hectárea al año.

Ratios de mano de obra de 1 persona cada 40-50 ha. Una explotación de 300 ha puede estar manejada exclusivamente solo por 6 personas.

90%-95% se vendimia mecánicamente, incluso para vinos caros superiores a 30-40 euros botella.

Existen 1.700 bodegas, las cinco primeras empresas vitivinícolas representan 75% de la uva vinificada. Dominada por 5 grandes grupos.

Southcorp Wines
Ardí Wine Company
Orlando Wyndham
Beringer Blass & McGuigan Simeon Wines
South Corp Wines

Con marcas como Penfolds, Lindemans, Rosemount…

No solo produce vinos baratos también caros y emblemáticos como Grange de Penfolds.

Pocas reglas, gran flexibilidad, mentalidad abierta dispuesta siempre a aprender y a mejorar, explican su éxito. 





Emilio Rojo

 EMILIO ROJO. RIBEIRO

Emilio Rojo es el modelo de viticultor-elaborador comprometido con su viñedo de 4.200 cepas.
Durante muchos años consiguió que su blanco de treixadura y acompañamiento de otras variedades locales · con porcentajes aproximados: treixadura de 50 a 65%%, lado 20%, loureiro 10%, albariño 10%, torrontés 10% y algo de godello  · como es habitual en Ribeiro, se vendiera por encima del doble de lo que costaban las demás marcas de la zona. También inició un camino de complejidad y expresión de terruño que cada vez tiene más seguidores en su denominación.
A esto hay que sumar su personalidad excéntrica, que le ha convertido en uno de los elaboradores más peculiares y entrañables del vino español. Con su gran bigote y la cabeza siempre cubierta por un gorro, Emilio Rojo nunca pasa desapercibido. Algunos colegas sugieren que el personaje se ha construido a sí mismo y que muestra una cara más o menos extrema dependiendo de quién sea su interlocutor. Muchos se quedan con la imagen del loco que quiso abrir una cu en ta bancaria a su perro, pe ro impresiona bastante más su dedicación a la viña y el hecho de que su vida esté organizada a la medida de las tareas del campo. 




Un colleiteiro a pie de viña

“En invierno estoy muerto”, dice a menudo, haciendo un buen paralelismo con la estación de reposo de sus cepas. Pe ro su agenda en la época vegetativa no tiene tregua. “En verano me levanto a las cuatro y media de la madrugada y a las cinco ya estoy trabajando en el viñedo hasta las once. Bajo a casa a comer y a echarme una buena siesta y para las seis de la tarde estoy de vuelta en la viña casi hasta que se pone el sol”.
Emilio Rojo nació en Ourense hace 62 años. De los distintos valles que conforman la región del Ribeiro, su familia es originaria del más fragmentado y minifundista, el del Arnoia. Hijo de un molinero, se formó como ingeniero y trabajó en Siemens hasta que decidió dedicarse por entero al vino. Era totalmente ajeno al mundo del vino. Tan alejado que hasta él mismo comenta: " Ni siquiera bebía vino. Era más de gin - tónic y de cerveza. Pero al heredar su mujer 2 pequeños viñedos en Arnoia · Ourense, decide abandonar el stress de la capital por los tiempos y el ritmo que marca la viña. 
Sus primeras elaboraciones incluían viñedos de Arnoia, pero con el tiempo se ha centrado en esa única parcela procedente de la familia de su mujer y situada en el histórico Valle del Avia.
La viña está situada en la zona conocida como Ibedo, un pequeño núcleo de población que se abandonó hace cuarenta años y al que se asciende desde el barrio de Barzamedelle situado junto a Leiro. 
Emilio Rojo es lo que en la zona se denomina un colleiteiro. En realidad se trata de una categoría reglamentada desde 1987 que funciona en varias denominaciones de origen gallegas, pero que probablemente en ningún lugar tiene tanta relevancia como en Ribeiro. Es un cajón específico para aquellos elaboradores que sólo trabajan en viñedos de su propiedad (de forma que no se les permite adquirir uva a otros viticultores) y cuya producción no supera los 60.000 litros anuales. 
Sirva como ejemplo que el Consejo regulador de la D.O. Ribeiro autoriza un rendimiento de 13.000 kilos por hectárea y Emilio, dependiendo del año, oscila entre 3.000 y 4.000 kilos por hectárea.





Ribeiro: la memoria de un vino histórico

A Emilio le gusta explayarse sobre la historia y las singularidades de la zona. En la zona donde cultiva su viña había una treintena de vecinos elaborando vino hasta la creación de la cooperativa de Leiro en los años cincuenta. 
La mejor forma de conocer el estatus del propietario de las viñas era fijarse en los muretes de piedra utilizados para construir las terrazas o socalcos; cuanto más gruesos y armados, más saneada era su economía. Emilio me llega a hablar de un muro con deambulatorio como el símbolo más claro de la abundancia que llegó a generar el vino en sus tiempos de mayor esplendor (siglos XV-XVI). No es extraño, por tanto, que ésta fuera la zona con mayor densidad de pazos de Galicia. Rojo está además convencido de que los vinos históricos de Ribadavia que viajaron por Europa no eran los tostadillos dulces elaborados con uvas que se dejaban secar para obtener una mayor concentración, sino blancos licorosos de unos 14 ó 15 grados.
Su viña dependía antiguamente del monasterio de San Clodio, el gran cen tro impulsor de la viticultura en la región desde su fundación en el siglo XII. Como ocurrió en casi toda Galicia, las variedades autóctonas fueron desapareciendo tras la filoxera, sustituidas por la blanca palomino y la tinta alicante bouschet. Emilio Rojo replantó su viñedo del Valle del Avia entre 1987 y 1988 con material vegetal de la zona, a excepción de la loureira que trajo de la bodega Terras Gauda desde Rías Baixas. Al igual que la mayoría de plantaciones que se hicieron en aquella época, el material vegetal procede de viveristas locales.
Rojo está especialmente orgulloso de la orientación a naciente de sus cepas, más fresca y propicia para conseguir maduraciones lentas, frente a una gran mayoría de viñedos situados en la otra vertiente del Avia. La ubicación, en cualquier caso, se corresponde con la de viñedos históricos tradicionales: a media ladera para evitar las heladas características de la parte más baja del valle donde se concentra el aire frío. El suelo es poco profundo, de tipo granítico, con textura arenosa y mayor o menor presencia de grava en superficie, conocido localmente como sábrego.





Buscando la complejidad de las lías

Emilio Rojo Bangueses es un vigneron al pie del cañón, un cosechero minifundista, como le gusta llamar a él. “Siempre estoy aquí, en mi cuartel,” dice. ¿Hasta qué punto se puede complicar el tra ba jo en una parcela de apenas 1,2 hectáreas? De en tra da, las variedades están plantadas por zonas, en un marco de plantación estrecho que no permite la mecanización, de modo que todas las labores se realizan a mano. Los rendimientos son notablemente inferiores a la media de la zona y el objetivo es dejar del orden de cinco a seis racimos por cepa para conseguir suficiente concentración. “A esto me dedico todo un mes entero desde después de San Antonio (festividad de junio)”, explica. 
La recogida de la uva se prolonga durante el tiempo que necesite, realizando distintas pasadas por la viña. De hecho, se vinifica por día y punto de madurez, marcando con cal las cepas que hay que vendimiar. La más tardía, la loureira, se suele recoger en octubre.
El blanco Emilio Rojo actual es una base de en torno al 65% de treixadura con aportaciones de loureira, albariño, lado, torrontés y algo de godello. La treixadura aporta estructura, la loureira acidez y la albariño es especialmente interesante en esta zona porque madura rápido y resiste bien la botritis. Pero quizás la transformación más interesante en el vino es su evolución desde un complejo vino de año a un blanco trabajado con lías que retrasa varios meses su salida al mercado.
Producciones entre 600 - 800 cajas al año, con cupos para los clientes. 
Hay una pequeña categoría de vinos en la zona que siguen esta filosofía, ya sea por un mayor tra ba jo de lías o por haber introducido la barrica en la elaboración.
Es un vino blanco con gran personalidad y riqueza aromática (complejidad de hierbas, tostados de lías, manzana reineta) y una boca con cuerpo y volumen. La excelente acidez prolonga los sabores cítricos y aporta gran potencial de desarrollo en botella.  

Su distribuidor de referencia es Vila Viniteca. Por su escasa producción no es demasiado fácil de en con trar aunque tiene una cierta disponibilidad en Estados Unidos (ver búsquedas en Wine Searcher) donde el importador es De Maison Selections. 

Quienes estéis interesados en el lado más excéntrico del personaje, no deberían perderse  el reportaje que Josep Pitu Roca y Marcel Gorgori grabaron con Emilio Rojo para el programa de vinos de TV3 En clau de vi :




                               · Emilio Rojo en TV3 · programa de vinos " En Clau de Vi " · hacer click ·

                                                                                        · Artículo en `El País´ · julio 2013 · hacer click ·



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domingo, 17 de julio de 2016

Nueva Zelanda


Nueva Zelanda es un país que se extiende sobre dos islas principales en el Océano Pacífico, ubicadas entre la latitud 36º y 45º, equivalente en el Hemisferio Norte a Burdeos y Jerez: la Isla del Norte y la Isla del Sur. Está cerca del Polo Sur y cuenta con un clima frío y lluvioso, conocido con el término "cool climate viticulture” (viticultura de clima fresco)
Cuenta con un clima oceánico, frío y lluvioso. 
En los últimos años ha pasado de ser un país centrado en la ganadería, especialmente ovina, a producir vinos de muy alta calidad.
A pesar de que el vino ha sido producido en Nueva Zelanda desde la llegada de los primeros colonizadores europeos, es sólo a partir de la década de los 70 del S.XX cómo ha crecido rápidamente.
El vino en Nueva Zelanda ha vivido una revolución en la última década. Su superficie de viñedos se ha prácticamente triplicado, el número de bodegas se ha duplicado y el volumen de exportación de vino se ha multiplicado por cinco. Actualmente, en materia vitícola, goza de una merecida reputación mundial que no tiene relación ni con su superficie de viñedos (apenas 22.000 ha) ni con la antigüedad de sus bodegas. 


PÁGINA OFICIAL NEW ZEALAND WINE  :  http://www.nzwine.com/






Nueva Zelanda cuenta con 10 regiones vitivinícolas entre las 2 islas. Sin embargo, el 80% de la producción está concentrada en 3 regiones:

                                                                       -  Marlborough · en la isla del sur, con un 50% de la producción.
                                                                       -  Hawke`s Bay, con un 21% en isla norte.
                                                                       -  Gisborne con un 9% en isla norte.


Existen 10 regiones vinícolas en Nueva Zelanda


REGIONES VITICOLAS IMPORTANTES 

ISLA NORTE


Su clima es más cálido que la Isla del Sur, lo que la hace más apta para el cultivo de variedades tintas, como la Merlot y la Cabernet Sauvignon. Aquí están dos de las principales regiones vitícolas de este país en términos productivos: Hawke’s Bay y Gisborne. 

Northland 
está ubicada

Auckland está ubicada al noreste de la isla y es la región vitícola más antigua. Es sobre todo una zona productora de vino tinto, siendo la Cabernet Sauvignon su variedad principal. En blancos, predomina la Chardonnay, en la isla de Waiheke

Bay of Plenty ó Waikato está ubicada


Gisborne, al sureste de la Bahía de Plenty, produce alrededor del 10% de la uva neozelandesa. Posee suelos aluviales de alto rendimiento y es, básicamente, una región productora de vinos blancos, principalmente Chardonnay

Hawke's Bay, en la costa este de la isla del Norte, produce más del 20% de la uva neozelandesa. Ha sido una región pionera en la viticultura de este país y, siendo la región más soleada del país, es muy adecuada para el cultivo de la vid. Es considerada como la mejor zona vitícola para el cultivo de las cepas de Burdeos. 

Wellington ó Wairarapa, al sur de la isla, posee un viñedo poco extendido, pero sus tintos de pinot noir tienen fama internacional. También se elaboran vinos blancos de chardonnay, sauvignon y gewürztraminer. 






ISLA SUR 


Se trata de la isla más importante en el aspecto vitivinícola. Cuenta con más de 7.500 ha de Sauvignon Blanc, siendo la cepa que ha popularizado los vinos neozelandeses en el mundo entero. Sus zonas vitícolas más importantes son las siguientes: 

Nelson, en la costa norte, es una región vitícola poco extensa debido al alto costo de sus terrenos. El cultivo de la vid se remonta a los años 1860-1870. Las cepas dominantes son la chardonnay y la riesling. 

Marlborough, al sureste de Nelson, es la región vitícola más extensa e importante de Nueva Zelanda, así como la más próspera. Alberga el 50% de la superficie de viñedos de Nueva Zelanda, siendo la mayor región productora · algunos la consideran la capital mundial de Sauvignon Blanc. 

Se encuentra resguardada de los fuertes vientos de poniente gracias a los Alpes del Sur. Esta cordillera limita las precipitaciones, lo que ayuda a tener días más despejados, lo que se traduce en mayor número de horas de sol. No sólo esta cordillera protege a Marlborough, sino que el extremo de la isla norte la protege de los ciclones otoñales.Esto, junto a los veranos cálidos, hace que favorezca la madurez de la uva, al realizarse ésta de forma lenta y prolongada.
Es una de las zonas más secas y soleadas de todo el país. Las condiciones climáticas son adecuadas para la variedades blancas: Sauvignon Blancmüller-thurgau*, chardonnay y riesling. La Cabernet Sauvignon es la principal cepa tinta. 


La Chardonnay junto con algo de Pinot Noir, se destina en su mayoría para elaborar espumosos

Canterbury ó Waipara, cerca de la ciudad de Christchurch, está ubicada al este de la isla. La baja pluviosidad y los largos otoños con días calurosos y noches frescas son factores favorables para el cultivo de la Sauvignon Blanc, Chardonnay y Riesling. Además, en esta región se elaboran muy buenos vinos de Pinot Noir. 

Central Otago · Queenstown más al sur, es la zona vitícola más meridional del país y la menos extensa. La estación cálida es breve, pero los otoños son secos y soleados, siendo el índice de pluviosidad el menor de toda Nueva Zelanda. Destaca el cultivo de la Pinot Noir.











La viticultura en Nueva Zelanda
Artículo 2007
ACENOLOGÍA
Javier Tardáguila , Sandra Bravo
Unidad de Viticultura (Vitur). Universidad de La Rioja
 
Nueva Zelanda es un pequeño y nuevo país vitivinícola. Con una superficie vitícola relativamente pequeña, de 22 000 ha, produce 133 millones de litros de vino anuales (datos de 2006). El crecimiento del sector vitivinícola neozelandés ha sido muy fuerte, llegando casi a triplicar la superficie de viñedo y el número de bodegas en la última década.También sus exportaciones han aumentado notablemente en la última década, principalmente en países como Gran Bretaña y Estados Unidos. 

Es un país aislado y con un clima oceánico, frío y lluvioso. 
Blenheim, la capital de la región de Marlborough, tiene unas precipitaciones anuales de alrededor de 650 mm y una temperatura media en enero — el mes más cálido — de 17,9 ºC. Es decir, su temperatura media del mes más cálido (índice climático utilizado en el Nuevo Mundo) es inferior en más de 2 ºC a la temperatura media registrada en julio en el observatorio de Haro (La Rioja) o Villanubla (Valladolid). Estas duras condiciones ambientales llevaron a los «kiwi» (apodo con el que se conoce coloquialmente a los neozelandeses) en un principio a adoptar como modelo vitícola la viticultura alemana.


El origen de la viticultura en este país se remonta al misionero anglicano Samuel Marsden, que plantó las primeras cepas, provenientes de Sydney (Australia), en 1819. En la actualidad, la producción vitivinícola neozelandesa está tanto en la Isla del Norte como en la Isla del Sur. Marlborough es la región vitivinícola de mayor prestigio y más conocida internacionalmente, donde se producen algunos de los más famosos sauvignon blanc del mundo.

Hoy, Nueva Zelanda es un país emergente en el sector, una pujante realidad con una moderna vitivinicultura. Frecuentemente es el destino de muchos jóvenes enólogos españoles que sueñan con una experiencia en el Nuevo Mundo. Después de realizar un interesante viaje de estudios a Nueva Zelanda, hemos descrito los rasgos más importantes del sector vitivinícola. En este artículo se describen las características y la evolución reciente de la viticultura neozelandesa.

Superficie vitícola y producción de uva

Nueva Zelanda contaba a finales del 2006 con una superficie dedicada a la vid de 22 107 ha. El crecimiento de la superficie vitícola neozelandesa ha sido espectacular, ya que en diez años se ha triplicado. En términos porcentuales el crecimiento ha sido muy superior al de Australia. A su vez, resulta paradójico recordar que en los últimos años los países del Nuevo Mundo han plantado muchas más hectáreas de viñedo de las que hemos arrancado en los países europeos.

La producción de uva ha mantenido una evolución paralela a la superficie vitícola. La cantidad de uva producida se ha triplicado en el curso de la última década, llegando en 2006 a cerca de 185 millones de kilogramos.

En Nueva Zelanda se cultivan las principales variedades internacionales de vid. Las variedades más cultivadas en Nueva Zelanda son las francesas. Destaca muy especialmente Sauvignon Blanc que representa un 37 % de la superficie vitícola de Nueva Zelanda. Chardonnay y Pinot Noir, con un 19 % cada una, son otras variedades muy significativas; le siguen la Merlot con un 7%, Riesling un 4%, Cabernet sauvignon 3% y Pinot Gris 2%. Resto de variedades 9%, entre las que se encuentra la Malbec, Syrah y Gewürztraminer.

En Nueva Zelanda dominan, sin duda, las variedades blancas respecto a las tintas

Es importante considerar que en los últimos años la demanda, especialmente las exportaciones, de vinos blancos ha aumentado fuertemente, y eso se refleja en las nuevas plantaciones. Así, se observa que en los últimos diez años la superficie de sauvignon blanc ha pasado de casi 1700 ha a cerca de las 8000 ha actuales. También ha sufrido una gran expansión, tanto en superficie como en producción, el chardonnay, el riesling y el pinot gris. Es curioso observar el interés por el riesling y por el pinot gris en Nueva Zelanda, mientras que en España estas dos variedades son prácticamente desconocidas. Por otro lado, se detecta también un fuerte arranque de müller-thurgau, variedad alemana muy plantada en los años setenta y ochenta.

En cuanto a las variedades tintas más cultivadas en Nueva Zelanda, cabe destacar el Pinot Noir. En 2006, se cultivaron 3895 ha que produjeron cerca de 22 000 toneladas de uva. El aumento de superficie del pinot noir en la última década ha sido espectacular, superando el 500 % de incremento. Además de pinot noir, se cultivan otras variedades tintas como merlot (1525 ha), cabernet sauvignon (567 ha) y syrah (238 ha).

Manejo de los viñedos

La viticultura neozelandesa está asentada generalmente en amplios valles de ríos procedentes de las montañas. Los viñedos son llanos o con ligeras pendientes y están ubicados en suelos aluviales, procedentes de los sedimentos de los ríos. Los suelos son profundos y muy ricos en nutrientes. Esto unido a las abundantes precipitaciones hace que se favorezca el vigor de la planta. Es frecuente observar viñedos con elevado vigor, con un fuerte crecimiento de los pámpanos durante la maduración de la uva.

El manejo de los viñedos, especialmente en la Isla del Sur, es muy uniforme. El sistema de conducción empleado es la espaldera, con poda corta (cordón con pulgares) o larga (de dos a cuatro varas). Las varas suelen ser más utilizadas con el sauvignon blanc en terrenos muy fértiles. Sin embargo, el pinot noir se poda normalmente en cordón (doble o simple). Habitualmente, el cordón se enrolla en el alambre de formación para dar más estabilidad a la vegetación y facilitar la mecanización. Es importante destacar la elevada altura de formación (80-100 cm) y de la pared vegetativa. En la mayoría de los viñedos, la pared vegetativa alcanza cerca de 1,3 - 1,4 m, lo que permite obtener una considerable superficie foliar expuesta por hectárea y, por tanto, un buen aprovechamiento de la radiación solar. El marco de plantación es muy similar en todos los viñedos: la calle varía entre 2,0 - 2,5 m y la distancia entre cepas entre 1,0 y 1,5 m.

Un rasgo característico de la viticultura neozelandesa es el deshojado de los viñedos. Sorprende tanto su gran intensidad, como su grado de aplicación. En casi todos los viñedos se realizan dos o tres pases de deshojado mecánico, comenzando en el cuajado. Esta es una técnica muy común tanto en viñedos de variedades blancas como tintas. Está claro que los viticultores neozelandeses han conseguido, mediante el deshojado, mejorar las condiciones microclimáticas de hojas y racimos, reduciendo el aroma herbáceo de los vinos y mejorando su calidad. Además, se ha reducido en gran medida el problema de Botrytis, que tantas veces aparecía a causa de las lluvias durante todo el ciclo de la vid. Para el deshojado se utilizan todo tipo de deshojadoras, desde los modelos más sencillos y baratos, por aspiración y corte, hasta los modelos de última generación, por impulsión de aire.

Para obtener vinos de elevada calidad es fundamental el control del vigor. En este sentido, el amplio uso de cubiertas vegetales (espontáneas e implantadas) contribuye al control del desarrollo vegetativo, además de facilitar la circulación de las máquinas. Sorprende, de forma positiva, el elevado grado de lignificación de los pámpanos durante la maduración. Esta lignificación del sarmiento es un buen indicador del equilibrio fisiológico del viñedo, del control del vigor y de la calidad de la uva.

Una complicación muy común en el pinot noir son los problemas en el cuajado. Debido a las bajas temperaturas y a la alta humedad durante la floración, es muy habitual un elevado corrimiento y la aparición de síntomas de millerandage (bayas verdes, muy pequeñas). Esto provoca una maduración muy irregular y heterogénea de los racimos, con graves consecuencias sobre la calidad final de la uva. Este problema junto con los daños causados por las aves se evita con el uso de redes (colocadas antes del envero) que cubran los viñedos.

Conclusiones

Nueva Zelanda es un pequeño y lejano país, pero con un elevado grado de desarrollo vitivinícola. En la última década el sector vitivinícola neozelandés ha sufrido una fuerte expansión, llegando casi a triplicar la superficie de viñedo y el número de bodegas. En la actualidad su superficie vitícola supera las 22 000 ha. Dominan las variedades blancas sobre las tintas y muy especialmente el sauvignon blanc; también el pinot noir se ha plantado muchísimo en los últimos años y es, sin duda, la variedad tinta más importante. Su viñedo está ubicado en grandes valles, con suelos ricos y profundos y conducidos en altas espalderas. Destaca el elevado grado e intensidad del deshojado practicado, que ha servido para mejorar la calidad y aromas de los vinos neozelandeses.


Bibliografía 
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Tardáguila, J.; Krtic, M. y Vilanova, M.: «El sector vitivinícola australiano», Semana Vitivinícola; 3093: 4006-4013 (2006).
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Jhonson, H.y Robinson, J. (2003): El vino, Nuevo Atlas mundial. Ed. Blume.









Si el Sauvignon Blanc de Marlborough es el vino de moda, en el último lustro, la región más glamurosa es Central Otago, la más meridional del mundo, con sus tintos de pinot noir, uva borgoñona que en muy pocos parajes del mundo alcanza la perfección. Aunque tal vez lo que más sorprenda al viajero, al pedir una botella de vino en un restaurante sea su singular cierre, de cápsula metálica. 
En Nueva Zelanda, el 90% de los vinos apuestan por este sistema alternativo al tapón de corcho, y no solo para los vinos jóvenes de rápido consumo, sino también para los tintos de larga vida. Los `kiwishan´ apostado por un estilo de vida mediterráneo, con restaurantes y cafés al aire libre, en donde las bodegas se han sumado a esta tendencia, es frecuente ver a una pareja conversando plácidamente, frente a un ondulado viñedo, disfrutando de una copa de vino. Esto ha supuesto un profundo cambio de mentalidad: antes solo las mujeres bebían vino, y los hombres cerveza. Ahora, por un mayor anhelo de sofisticación, el vino es un compañero indiscutible en la mesa.

No deja de sorprender que un país que cuenta con tan solo 22.600 hectáreas de viñedo (menos de la mitad de Rioja), y unas 530 bodegas repartidas en diez regiones vinícolas, esté alcanzando tan altas cotas de prestigio internacional, en especial en Gran Bretaña, Estados Unidos y Australia, sus principales mercados. La diversidad de climas, suelos y estilos de vinos se debe a los 1.600 kilómetros de su alagada geografía, por lo que la vendimia comienza con seis semanas de diferencia entre Auckland, al norte, y la más meridional Central Otago

Auckland, la principal ciudad, cuenta con un tercio de la población total del país, y es un foco de atracción de numerosos emigrantes de las vecinas islas del Pacífico. En esta región se asentaron los primeros colonos croatas que desarrollaron los vinos de calidad y como ejemplo las dos mayores compañías neozelandesas: Montana y Villa María. Esta región vinícola, la más septentrional del país, se caracteriza por su diversidad de estilos de vinos, y disfruta de temperatura más cálida que el resto de zonas vinícolas, pero con el inconveniente de tener importantes lluvias durante el periodo de maduración de la uva. Predomina el cultivo de variedades tintas de origen bordelés como la cabernet sauvignon y la merlot, aunque uno de los mejores chardonnays del país se encuentra al noreste de la ciudad, Maté’s vineyard, de la bodega Kumeu River. Mientras a tan solo una hora de Auckland, encontramos la isla Waiheke, donde el navegante Stephen White elabora su célebre vino Stonyridge Larose, uno de los más complejos y sabrosos del país, inspirado directamente del Château Palmer, donde trabajó durante un año.

Historia y tradición se dan la mano en Hawke’s Bay, situada en la costa este de la isla, mejor protegida de los vientos húmedos de poniente. Es la segunda región en extensión de viñedo y en ella predomina el cultivo de la cabernet sauvignon y la merlot en sus livianos suelos de grava, de excelente drenaje, aunque en los viñedos situados en las colinas están dando un excelente resultado la syrah, de corpórea constitución. Te Mata (nombre maorí de las colinas de Havelock North) es una de las bodegas centenarias que llegó a contar con el viñedo más extenso del país, y sus tintos de estilo bordelés son muy intensos y sabrosos. En las terrazas de origen volcánico de Esk Valley, en el extremo norte del amplio valle y frente al océano, madura a la perfección la sedosa merlot. Chris Scott, elaborador de Church Road (meca del enoturismo por su atractivo museo vinícola) considera que esta variedad es la que mejor se adapta a Hawke’s Bay, aunque de su bodega nacen excelentes ejemplos de chardonnay y syrah, al igual que ocurre en Te Mata.

Más al sur y muy cerca de la bulliciosa capital del país, Wellington, descubrimos la minúscula comarca de Martinborough, que en tan solo tres décadas ha situado sus vinos entre los más elegantes del país. Al ser una región fría pero seca, cuyos viñedos se asientan en las terrazas del río, de suelos muy pedregosos, sus rendimientos son muy escasos, debido en parte a los intensos vientos primaverales. Destacan los jugosos chardonnays y vibrantes riesling, aunque donde han alcanzado la plenitud es en los sofisticados pinot noir, delicados e intensos a la vez, de memorable frutosidad. Sin duda, uno de mis favoritos.

Hugh Johnson, célebre escritor internacional de vinos, afirma que “ninguna otra región del planeta puede igualar las pungentes sensaciones de la sauvignon blanc de Marlborough”. La principal región vinícola no contaba con una sola cepa hasta 1973, año en que la compañía Montana plantó el primer viñedo de cabernet sauvignon. Una década más tarde la bodega Cloudy Bay adquiría renombre internacional por su herbáceo sauvignon blanc. Situada al norte de la Isla Sur, en una costa de espectaculares fiordos, rodeada de esbeltas montañas, y asentada sobre un amplio cauce del deshielo, se encuentra la llanura de Wairau, corazón de esta exitosa región vinícola. Los suelos muy arenosos, con abundantes cantos rodados idóneos para la sauvignon blanc, que aportan a los vinos una intensa mineralidad; el clima caluroso en verano, refrescado por las suaves brisas marinas, permite retener la preciada acidez de las uvas, y alcanzar gran intensa aromática.

Kevin Judd, el prestigioso enólogo australiano director de Cloudy Bay, lo resume perfectamente: “el sauvignon blanc es muy bueno aquí por el abundante sol, sin excesivo calor, por las brisas marinas, y un largo periodo de madurez que nos permite obtener excelentes aromas con buena acidez”. Estas características les han convertido en líderes mundiales de esta categoría, de vinos blancos de vibrante acidez y chispeante frutosidad, con frescas notas herbáceas y cítricas. Aunque la gran revelación de los últimos años son los vinos de pinot noir de Central Otago, región de enorme belleza por sus agrestes montañas y lagos de ensueño. Situada en la latitud 45º sur, es la región vinícola más meridional del mundo, y la única de carácter continental del país, sin influencia marina, y la de mayor altitud. Posee un clima de temperaturas extremas, de intenso calor en verano y fuertes heladas en invierno, semiárido por falta de precipitaciones (350 mm anuales), donde sus ondulados viñedos están plantados en las resecas colinas, un desierto comparado con la imponente vegetación del resto de la isla. Su peculiar suelo, de origen glaciar, es muy abundante en piedras, que le aporta una vibrante mineralidad.

En este ecosistema limítrofe, la tinta pinot noir ha encontrado un terruño donde expresar su esquiva personalidad: vinos de profundo color rubí, con intenso afrutamiento de cerezas y una gran suavidad en la boca de eterna persistencia. El clima favorece los cultivos biodinámicos, como ocurre en Felton Road o Rippon VineyardNicholas Sargood, propietario y viticultor de esta última bodega, es un entusiasta del compost que revitaliza el suelo de su viñedo, con espectaculares vistas al Lago Wanaka. Nicholas, que trabajó durante cuatro años en Borgoña -inequívoca fuente de inspiración en sus vinos- define el singular estilo de los suyos: “no quiero hacer el mejor pinot noir del mundo, sino quiero que refleje la personalidad de la región”. Su abuelo fue el pionero en plantar la pinot noir en Central Otago, que se ha convertido en la región más dinámica del país y donde más se ha incrementado la extensión de los viñedos; y aquí es donde tiene bodega propia el célebre actor neozelandés Sam Neill, Two Paddocks.

A los vinos de Nueva Zelanda, los sauvignon blanc de vibrante frutosidad, los jugosos chardonnays y los perfumados pinot noir, les espera un esplendoroso futuro, por la originalidad del estilo de sus vinos, que seduce a los aficionados que se atreven a  descubrirlos.


Texto: Jesús Bernad








IVANVINOWORDPRESS
Los Vinos de Nueva Zelanda
Abril 2012


Si hay un origen de vinos que extraño en Perú, tal vez mas que ningún otro, esos serían los vinos de Nueva Zelanda, particularmente los Sauvignon Blanc de Marlborough pero también, como no, los tintos de Hawke`s Bay y los Pinot Noir de  Otago. Buenos Pinots tambien vienen de Martinborough.


Es público y notorio que los Sauvignon Blanc –Savvy, les dicen por allá- de Marlborough han puesto a Nueva Zelanda en el mapa internacional del vino, con sus vinos limpios y de pureza frutal, sus altos estándares de calidad y su consistencia. Uno se puede tomar el Savvy mas barato (unos 14 dólares) y encontrará que aunque no tenga la complejidad y caracter de uno del doble de precio, igual mantiene una calidad y una identidad varietal impecables.
En términos de regiones vitivinícolas, Nueva Zelanda se divide para fines enológicos en la isla norte y la isla sur. Marlborough está al norte del South Island, donde también se encuentra Otago. Marlborough, además de los impresionantes Savvy, produce muy buen Chardonnay, de carácter cítrico y mineral. En la North Island tenemos a Hawkes Bay, donde se producen ricos blends de Syrah, Cabernet Sauvignon y Merlot. Allí también se da la Chard, pero en este caso prevalecen los tonos frutales sobre los cítricos. En ambas islas los viñedos disfrutan de un clima de tipo marítimo, con fuerte sol durante el día y enfriados por las brisas marinas durante la noche. 
La estación de maduración de las uvas es larga y permite fijar el caracter varietal que es un distintivo de los vinos de ese país. Una excepcion es Central Otago, que está un poco alejado de la costa y que con su amplitud térmica marcada semeja más un clima continental.
Hablando con un  winemaker neozelandés me contaba que la industria del vino en Nueva Zelanda se benefició del gran desarrollo de  la industria láctea. Nueva Zelanda ha sido tradicionalmente una tierra de ganadería, particularmente de ovinos y vacunos. Cuando esta tuvo un declive en los ochenta, muchos agricultores y ganaderos vieron la enología como una oportunidad. Al aplicar los sofisticados metodos de control de higiene de la industria láctea a la industria del vino, lograron sorprendentes resultados en la expresion de pureza frutal, que es muchas veces comprometida por la presencia de microorganismos indeseables. Por otro lado, los productores tienen estándares mínimos de calidad por acuerdo de viticultores a nivel nacional, por lo que debo decir que no he probado un solo vino de ese país, por mas barato que sea, que pudiera considerar malo. Todos son buenos, solo que unos mas que otros.

He tenido la fortuna de degustar innumerables productos del ese país, tanto por necesidades del trabajo como por ferias. Una de ellas es feria la anual de bodegas de NZ que se lleva a cabo en Vancouver. Gracias a estas ferias he podido saborear los mejores productos del país austral. Degustar un Savvy es un placer quasi adictivo que empieza con la nariz llena de hierbas y muy punzante, seguido del paladar limpio y de una acidez precisa que define los contornos de sabores de frutas de cada versión particular.
Entre otros Savvy inolvidables se pueden mencionar a marcas tan populares como Oyster Bay, Starborough, Villa Maria, Stoneleigh, Cloudy Bay, Brancott, Kim Crawford, Cat´s Pee, Astrolabe, Dog Point, Jules Taylor, Spy Valley, Matua, Nautilus y Babich entre muchos otros.
Siendo los Savvy notables como son, la cepa que está dando que hablar y que probablemente sea la nueva estandarte del vino Kiwi en un futuro próximo es la Pinot Noir, con sus mejores expresiones viniendo de Otago y Martinborough. 










MAPAS DE NUEVA ZELANDA








WEBS de NUEVA ZELANDA 

































Vila Viniteca. Bernat Vilarrubla

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